FESTEJANDO EL BICENTENARIO
La Patria vive dulcemente de las raíces enterradas en el tiempo.
Somos un ser indisoluble con el pasado,
como el alma con el cuerpo,
como la flor con el perfume,
como la llama... la luz en el incendio,
como la madre con el hijo que tiene en brazos,
como el grito en el eco.
Mucho dolor fue necesario para sembrar
lo que cantando recogemos...
La galería fue vestida a la época...
Los niños y niñas de primer grado también...
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