RINCÓN DE ESCRITORES
Cuentos de niños de 4º grado, turno tarde, a cargo de la docente Mary Chavez de la Esc. 317 .
CARLITOS EL FANTASMA
AUTOR: AGUSTÍN RÍOS
CARLITOS VIVE EN UNA CASA INMENSA. BUENO, MÁS QUE UNA CASA, PARECE UN PALACIO. TIENE OCHENTA HABITACIONES Y CATORCE BAÑOS. ÉL PARA DIVERTIRSE, USA UN BAÑO CADA DÍA. LAS HABITACIONES QUE SON VEINTICINCO ESTÁN PINTADAS Y DECORADAS TODAS DE DIFERENTE MANERA PARA SENTIR QUE CADA UNA ES UNA CASA. CARLITOS INVITABA CHICOS A SU CASA, PERO NO IBAN. SE IBA A LA CANCHA A JUGAR Y NO LE PASABAN LA PELOTA. QUERÍA HABLAR CON ELLOS Y NO LE CONTESTABAN. UN DÍA PASABA POR UNA VIDRIERA DE LA QUE SALÍA UN RAYO DE LUZ, QUISO JUGAR CON SU SOMBRA PERO NO VEÍA SU SOMBRA. ALLÍ SE DIÓ CUENTA QUE ERA UN FANTASMA. Y EN VEZ DE PONERSE TRISTE, PENSÓ CÓMO PODÍA DIVERTIRSE SI NADIE PODÍA VERLO O ESCUCHARLO. ASÍ FUE COMO CARLITOS EL FANTASMA COMENZÓ A DIVERTIRSE ASUSTANDO A LOS CHICOS QUITÁNDOLES LA PELOTA MIENTRÁS JUGABAN A LA PELOTA.
LA TERRAZA
AUTOR: AGUSTÍN RÍOS
UN DÍA DE SOL, ALICIA ESCUCHABA MÚSICA.
SINTIÓ RUIDOS EN LA TERRAZA
PERO NO LE HIZO CASO.
LUEGO SINTIÓ QUE ALGUIEN ANDABA. TEMEROSA
SINTIÓ QUE ALGUIEN HABLABA.
TEMEROSA SUBIÓ POR LAS ESCALERAS, PENSANDO:
¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?
EN LA TERRAZA NO HABÍA NADIE. SÓLO ROPA TENDIDA
PARA SECARSE EN FILA EN VARIAS CUERDAS
Y UN GATO QUE SE CALENTABA CON LOS ÚLTIMOS
RAYOS DEL SOL ENTRE LAS ANTENAS DE LOS TELEVISORES.
ALICIA BUSCÓ LA PUERTA DE LA ESCALERA, BAJÓ Y VOLVIÓ A CASA.
UNA NARIZ LARGA
AUTORA: LOURDES
HABÍA UNA VEZ UNA BRUJA MUY ENVIDIOSA QUE QUERÍA APODERARSE DEL REINO. UN DÍA HIZO UNA POSIÓN Y LA PUSO EN SU VARITA. ERA PARA CONVERTIR AL REY EN SAPO. LA BRUJA FUE AL CASTILLO PERO LOS GUARDIAS NO LA DEJARON PASAR. ENOJADA SE FUE PARA SU CASA. HIZO OTRA POCIÓN PARA QUE LES CRECIERA LA NARIZ. ENTONCES ELLA FUE Y LOS GUARDIAS NO ESTABAN. QUISO TIRARLE LA POCIÓN AL REY PERO SE LA TIRÓ AL VIDRIO. LE CAYÓ A ELLA. SE VOLVIÓ ENSEGUIDA A SU CASA Y LE CRECÍA, CRECÍA LA NARIZ. HASTA QUE PARÓ DE CRECERLE. PASÓ EL TIEMPO Y NO PUDO CONVERTIR AL REY EN SAPO. SE FUE A OCULTAR Y VIVIÓ CON LA NARIZ LARGA POR SIEMPRE.
UNA NARIZ LARGA
AUTOR: DANIEL RIQUELME
EXISTÍA UN NENE QUE SE LLAMABA TOMÁS. ÉL MENTÍA SIEMPRE. UN DÍA CUANDO LA MAMÁ SE FUE A TRABAJAR TOMÁS SE QUEDÓ SOLO TOMANDO LA LECHE, PERO COMO SE PUSO A JUGAR CON SU PERRITO SE LE VOLCÓ LA LECHE. CUANDO LLEGÓ LA MADRE LE PREGUNTÓ QUIÉN LA HABÍA TIRADO, COMO ÉL MENTÍA MUCHO LE DIJO QUE FUE EL PERRITO.
LA MADRE MUY, MUY ENOJADA SE DIO CUENTA DE SU MENTIRA PORQUE SE REÍA. LE DIJO QUE SI MENTÍA IBA A TENER LA NARIZ MUY LARGA.
TOMÁS NO LE HIZO CASO Y LE ROMPIÓ UN VESTIDO. VOLVIÓ A MENTIR. LE CRECIÓ LA NARIZ. LA MADRE LE PREGUNTÓ OTRA VEZ QUIÉN LO ROMPIÓ Y EL DIJO: TOMÁS EL QUE NO MIENTE MÁS. PERO YA ERA TARDE POR NO HACERLE CASO A LA MADRE SE LE QUEDO MUY LARGA SU NARIZ.
UNA NARIZ MUY LARGA
AUTOR: AGUSTÍN BERRA
EN LA TERRAZA NO HABÍA NADIE, SÓLO ROPA TENDIDA PARA SECARSE, EN FILA EN VARIAS CUERDAS, Y UNA GATA TRISTE QUE SE CALENTABA CON LOS ÚLTIMOS RAYOS DEL SOL ENTRE ANTENAS DE TELEVISORES. ALICIA LA GATA BUSCÓ LA PUERTA DE LA ESCALERA, BAJÓ Y VOLVIÓ A CASA. CUANDO IBA BAJANDO SE CHOCABA CON TODO. LOS DUEÑOS DE LA GATA LA RETABAN PORQUE CUANDO CHOCABA LAS COSAS LAS TIRABA. HASTA QUE UN DÍA ESCAPÓ. CAMINÓ POR LA VEREDA HASTA QUE LLEGÓ A UNA ESQUINA Y CON LA NARIZ SE CHOCÓ CON UNA BRUJA QUE LO LLEVÓ A SU CASA PORQUE LO VIÓ MUY TRISTE. ALLÍ LE DIO COMIDA. ELLA SE LA COMIÓ TODA Y LE PEGABA CON LA NARIZ A LA BRUJA. ENTONCES ELLA SE DIO CUENTA QUE ESTABA TRISTE PORQUE TENÍA LA NARIZ GRANDE. LE HIZO UN HECHIZO PARA QUE NO TENGA LA NARIZ GRANDE Y LA HIZO FELIZ PARA SIEMPRE.
LA ALCOBA DEL TERCER PISO
Todo comenzó cuando alguien dejó abierta la ventana.
El viento sopló y derribó los libros de la mesa. Se cayeron las muñecas que estaban sobre el armario fue cuando llegó la niña de la escuela. Subió a su alcoba, escuchó un ruido y era la ventana. Cuando vió los libros en el piso y las muñecas también llamó a su mamá y le dijo: ¿mamá por qué dejaste la ventana abierta? La mamá le dijo: yo no fui. “¿Entonces quién fue mamá?”. No le respondió.
La mamá la mandó a juntar todo lo tirado en el piso. Enojada juntó todo con su amiga. Entonces las dos se dieron cuenta que las palomas del empapelado de la pared se escapaban y salían por la ventana porque no las limpiaban y estaban cansadas de estar sucias. A las palomas les gustaba la alcoba de la niña por eso volvían por la noche a su pared.
Victoria Milano
